SOY RESPONSABLE DE LO QUE VEO
Esto es lo único que tienes que hacer para que se te conceda la visión, la felicidad, la liberación del dolor y el escape de la pobreza. Di únicamente esto, pero dilo de todo corazón y sin reservas, pues en ello radica el poder de la salvación:
Soy responsable de lo que veo.
Elijo los sentimientos que experimento
y decido el objetivo que quiero alcanzar.
Y todo lo que parece sucederme
YO MISMO LO HE PEDIDO,
y se me concede tal como lo pedí.
No te engañes por más tiempo pensando que eres impotente ante lo que se te hace. Reconoce únicamente que estabas equivocado, y todos los efectos de tus errores desaparecerán.
Ni las coincidencias ni las casualidades son posibles en el universo tal co¬mo Dios lo creó, fuera del cual no existe nada. Si sufres es porque decidiste que tu meta era la pobreza. Si eres feliz, es porque pusiste tu poder de decisión en manos de Aquel que no puede sino decidir a favor de Dios por ti.
El mundo que ves no es sino el testigo fútil de que tenías razón. Es un testi¬go demente. Tú le enseñaste cuál tenía que ser su testimonio, y cuando te lo repi¬tió, lo escuchaste y te convenciste a ti mismo de que lo que decía haber visto era verdad. Has sido tú quien se ha causado todo esto a sí mismo. Sólo conque com¬prendieses esto, comprenderías también cuan circular es el razonamiento en que se basa tu “visión”. Eso no fue algo que se te dio. Ése fue el regalo que tú te hicis¬te a ti mismo y que le hiciste a tu hermano. Accede, entonces, a que se le quite y a que sea reemplazado por la verdad. Y a medida que observes el cambio que tiene lugar en él, se te concederá poder verlo en ti mismo.
UN CURSO DE MILAGROS
Articulo recomendado por Mauricio Restrepo
No hay comentarios:
Publicar un comentario